Las ballenas son grandes mamíferos, por lo que no es de extrañar que consuman grandes cantidades de comida cada día, son muy buenos depredadores y encuentran lo que necesitan para sobrevivir en las aguas donde viven. Básicamente, comen cualquier cosa que puedan encontrar para su supervivencia. Aunque las ballenas prefieren peces más grandes para sus comidas, incluso recurrirán a consumir organismos microscópicos si el suministro de alimentos es escaso.
Las ballenas barbadas tienen un tipo de sistema de filtrado para sus alimentos en sus mandíbulas, esto les permite atrapar gran cantidad de comida en el agua. Por lo general consumen peces más pequeños de tamaño y otros elementos en el agua. En promedio, una ballena se come el 4% de su peso corporal, siempre y cuando haya suficiente alimento disponible.
Algunos tipos de ballenas tienen estómagos muy grandes y pueden comer todos los días, por ejemplo, la ballena azul puede almacenar hasta 2,200 libras de alimentos en su estómago antes de llenarse. Los predadores más agresivos son las ballenas dentadas y comen peces más grandes que sus primas las ballenas barbadas, algunas ballenas dentadas de mayor tamaño se alimentan también de lobos marinos y otros grandes animales en las aguas, tal vez te sorprenda saber que incluso osos polares se han encontrado consumidos por ballenas. Algunas especies, incluso, se comerán las ballenas más pequeñas si su suministro normal de alimentos se vuelve limitado.
A pesar de que estas ballenas más grandes tienen dientes, la mayoría de ellas no los utilizan para masticar los alimentos, usan los dientes solamente en el proceso de matar a sus presas, para luego tragársela entera. Si la presa resulta ser demasiado grande arrancan trozos de la misma para luego tragarlas. Sus hábitos alimenticios pueden variar significativamente en función de la especie y de la región en que viven, la observación de estos comportamientos han dado lugar descubrimientos fascinantes.
Las hembras producen leche en sus glándulas mamarias para alimentar a sus crías. Por lo general, sólo dan a luz a una cría a la vez, a veces, pueden ser gemelos, pero esto ocurre con poca frecuencia. La cría seguirá alimentándose de su madre por lo menos durante el primer año de vida. Luego aprenderá a cazar para obtener sus propios alimentos. La leche es gruesa, lo que significa que casi toda llega a la boca de la cría en lugar de diluirse en el agua alrededor de la ballena bebé.
La cantidad de leche que un ballenato consume a diario resulta increíble, dependiendo del tipo de ballena en cuestión. Algunos consumen hasta 160 litros de leche diariamente, otros consumen alrededor de la mitad de esa cantidad. Esta leche tiene aproximadamente 50% de grasa lo que resulta muy bueno para el desarrollo de estas ballenas jóvenes.
Las ballenas son animales de sangre caliente por lo que necesitan mantener su temperatura corporal alta. Se apoyan en sus gruesas capas de grasa para mantener el calor y, con el fin de generarlas tendrán que consumir grandes cantidades de alimentos en los meses de verano. De esta manera, cuando migran a lugares más fríos tendrán el aislamiento que necesitan. La mayoría de las especies de ballenas no comen cuando migran, por lo que pierden algo de esa grasa durante el proceso, sin embargo si la comida resulta escasa en el verano encontraran sus alimentos mientras se desplazan.