Las ballenas y el calentamiento global

El calentamiento global resulta un enorme problema al que las ballenas deben hacer frente. Los patrones de migración forman parte de la vida de las ballenas, sin embargo, estos patrones pueden ser dramáticamente  cambiados a medida que los cambios climáticos se hacen más intensos. Podría llegar confundirse acerca de cuándo migrar y cuándo permanecer en su hábitat.

Las ballenas se basan en las capas de grasa que generan para mantener el calor de sus cuerpos, ya que son animales de sangre caliente. Cuando el clima es cálido no tendrá que comer demasiado para construir las capas de grasa, lo que puede dar lugar a que cuando sea demasiado frío sus cuerpos no están preparados para las temperaturas más bajas, como resultado el peso de la ballena puede caer sustancialmente, haciéndolas más susceptibles a las temperaturas de las aguas y no pudiendo permanecer en ellas el tiempo que realmente necesitan. A su vez, puede evitar que la sangre circule como debería teniendo el corazón que bombear más rápido que antes con el fin de compensar todo esto.

El número de ballenas existentes en la actualidad también resulta una preocupación, debido a que ambos, machos y hembras maduran demasiado tarde en sus vidas. No van a tener descendencia hasta los 7 a 10 años de edad, y las hembras tienen solo una cría cada 2 o 3 años. Las ballenas  serán menos propensas al apareamiento si no encuentran el suministro adecuado de alimentos en las aguas. Por lo tanto el número de cría puede resultar menor debido a los cambios climáticos. Las madres necesitan comer grandes cantidades de alimento para suministrarles hasta 16 galones de leche a sus crías. Sin la cantidad de alimentos necesarios no será capaz de hacerlo.

Cuando las jóvenes ballenas tienen alrededor de un año de edad comenzaran a comer por sí mismos. Alimentándose de pequeños peces y formas de vida en los cuerpos de agua. Sin embargo, la cantidad de estos animales que también están disminuyendo debido al calentamiento global y los cambios climáticos. Por lo tanto las posibilidades de estos jóvenes de ser capaces de llegar a la edad adulta también se reduce. Combinando el hecho de que las ballenas no se reproducen rápido y que los jóvenes tienen ahora una amenaza significativa, podemos estar realmente preocupados por el futuro de las ballenas si el calentamiento global continúa.

Los expertos que han estado observando los patrones de migración de las ballenas creen que el cambio climático ya está afectando a las ballenas en este sentido. Algunas ballenas son sólo recorren la mitad de la distancia a la que alguna vez migraron debido a que encuentran nuevas áreas más cálidas de que antes eran, e internamente, las ballenas creen que han llegado a su destino. Algunas de estas áreas, aunque no tienen la suficiente comida, para la llegada de las ballenas. Son áreas que alguna vez fueron demasiado frías y ahora son lo suficientemente calientes para que las ballenas se sientan cómodas.

Aunque las investigaciones realizadas indican que las ballenas son muy adaptables, no hay mucho a lo que se puedan adaptar y los cambios climáticos están dando lugar a problemas de salud para las ballenas. Lo que resulta preocupante pues muchas de las especies ya han reducido drásticamente sus números debido a problemas ambientales y la caza de ballenas. El calentamiento global es un tema que afectará a todas las criaturas en el agua, en la tierra, y a los seres humanos y hacer cambios positivos por el medio ambiente ahora es lo más sensato que podemos hacer en este momento.

Se cree que el mayor riesgo con el cambio climático lo tienen las grandes ballenas. Las cuales ya están teniendo más problemas para adaptarse a los cambios en el clima. Esto se convertirá en algo más que una preocupación si la situación continúa, consumen tanta comida que no serán capaces de sobrevivir como otros con la caída en los números de la cadena alimentaria.